Es muy fácil digerir los éxitos, y muy difícil superar las derrotas. Tan pronto estamos orgullosos de nuestro conjunto cuando consigue la clasificación para los Juegos Olímpicos como primer clasificado en el preolímpico de enero; como ponemos en duda su trabajo cuando fallan en las últimas pruebas de la Copa del Mundo.

¿Realmente las estamos apoyando? Creo que este equipo se merece un voto de confianza y que en ningún caso va a servir de nada poner en duda su trabajo y su evolución. Nos decepcionamos (todos, ellas las primeras) en Montpellier, con el fallo del mixto que nos quitó la opción de clasificarnos directamente para los Juegos. Remontamos en el preolímpico de enero, con dos rotaciones clavadas que nos devolvieron la emoción al volver a escuchar el himno español en una competición importante. Y ahora, con los errores de Thiais y Pesaro, volvemos a dudar de este equipo. No me parece justo. Hay que estar ahí en los buenos momentos, disfrutarlos con ellas, animarlas…pero también hay que saber estar ahí en los malos momentos, porque lo que menos necesitan ahora es un aluvión de críticas a su trabajo. Ahora más que nunca debemos animarlas y demostrarles que confiamos en ellas. Como dijo Carolina Rodríguez recientemente en una entrevista, «si me caigo 300 veces, ¿por qué no me voy a levantar 301?» Ayudémoslas a levantarse todas las veces que lo necesiten.

Por otra parte, debemos recordar que el objetivo principal en este 2012 está fijado en agosto. Toda planificación deportiva comienza seleccionando la fecha en la que el deportista tiene que estar al 100%. Puesto que es imposible mantener ese nivel durante toda la temporada, debemos ver ese 100% en los Juegos Olímpicos y no antes. Por delante nos quedan aún varias citas, entre ellas la más importante, el Europeo de junio en Rusia. Veamos la evolución que llevan y confiemos en que alcancen el óptimo nivel de rendimiento en Londres.

Una de las principales críticas que he leído es el hecho de que otros conjuntos han cambiado sus ejercicios y las nuestras continúan con los del año pasado. Pues bien, desde Montpellier hasta el preolímpico tan solo pasaron tres meses, y pienso que después del preolímpico hubiese sido un gran error cambiar los ejercicios. Primero porque, y siendo los más objetiva posible, creo que son los dos ejercicios que mejor adaptados están a la música: ni Italia, ni Bulgaria, ni siquiera Bielorrusia y por supuesto, tampoco Rusia, han conseguido adaptar así sus composiciones, pese a recibir notas en artístico más altas que la nuestra (pero este es otro asunto, ¿verdad?). Volver a montar dos ejercicios así, con músicas distintas, llevaría mucho tiempo…mucho más del que disponemos para llegar en las mejores condiciones a los Juegos Olímpicos. ¿Limpiar los fallos? Estoy segura de que lo conseguirán más pronto que tarde. 

En cuanto al equipo técnico, confío plenamente en la labor de las entrenadoras y demás miembros y creo que también sería un error hacer cambios a estas alturas; puesto que lo que todo equipo necesita, también en rítmica (aunque no estemos acostumbrados), es continuidad.

Esta es mi humilde opinión sobre este gran equipo que nos ha devuelto la ilusión y al que estoy segura, todavía le quedan grandes alegrías por darnos. Por tanto, sin ningún tipo de dudas, ¡PODEMOS! 😉

(Ejercicio mixto de España en la Clasificación General)

¡MUCHO ÁNIMO CHICAS! ¡A SEGUIR LUCHANDO!